Quinesiología: ciencia que estudia el movimiento muscular ante caulquier tipo de estímulo {del griego kinesis, «movimiento» (kinein, «moverse») y -logia}.
El estudio de la kinesiología recibió atención científica por primera vez en la segunda mitad del siglo pasado, gracias a los trabajos del doctor George Goodheart, pionero de la especialidad que él mismo denominó quinesiología aplicada. Tras descubrir que los estímulos físicos benignos —por ejemplo, los suplementos nutricionales beneficiosos— incrementaban la fuerza de ciertos indicadores musculares, mientras que los estímulos hostiles hacen que esos mismos músculos se debiliten de repente. Esto implica que, en un nivel situado muy por debajo de la conciencia conceptual, el cuerpo «sabe», y mediante las pruebas musculares es capaz de señalar lo que es bueno o malo para él. El ejemplo clásico es el debilitamiento universalmente observado de los músculos indicadores en presencia de un edulcorante químico, los mismos músculos que se fortalecen en presencia de un suplemento saludable natural.
A finales de los años setenta el doctor John Diamond refinó ésta especialidad hasta convertirla en una nueva disciplina, a la que denominó quinesiología conductual. A Diamond le debemos el asombroso descubrimiento de que los músculos indicadores se fortalecen o debilitan en presencia de estímulos emocionales e intelectuales positivos o negativos, así como ante estímulos físicos. Una sonrisa hace que el resultado de la prueba sea un músculo fuerte, ,mientras que la declaración «te odio» provoca un músculo débil.
Un aspecto sorprendente de la investigación de Dianmond fue la uniformidad de las respuestas de sus sujetos. Los resultados eras predecibles, repetibles y universales. Esto era así aunque no hubiera vínculo racional entre el estímulo y la respuesta. Por razones totalmente indeterminadas, ciertos símbolos abstractos hacían que todos los sujetos dieran débil en la prueba, y otros conseguían justo lo contrario. Algunos de los resultados lo dejaron perplejo, ante ciertas imágenes sin contenido positivo ni negativo daban débil en la prueba, mientras que otras imágenes «neutrales» hacían que todos dieran «fuerte». Y algunos resultados, alimentaban notables conjeturas: mientras que prácticamente toda la música «clásica» y la mayor parte de la música pop (incluyendo el rock and roll «clásico») daban una respuesta universalmente fuerte el rock «duro» o «metálico» que se popularizó en los setenta producía una respuesta débil.
Diamond detectó otro fenómeno, aunque no dedicó un análisis más profundo a sus extraordinarias consecuencias. Los sujetos que escuchaban cintas en las que se relataban engaños bien conocidos — aunque los locutores parecían decir la verdad, y sonaran convincentes daban resultado «débil» en la prueba. Y cuando escuchaban grabaciones de enunciados demostrablemente verdaderos, todos obtenían resultado «fuerte».
Éste es un extracto del libro «El poder contra la fuerza» del autor David Hawkins, que, a partir de los últimos descubrimientos del doctor Diamond empezó, en 1975, a investigar la respuesta quinesiológica a la verdad y a la falsedad.
En demostraciones masivas se estableció que los sujetos no tenían por que ser conscientes de la sustancia testada coincidiendo en los resultados (edulcorante artificial «débil», sustancias naturales «fuerte»). Parecía operar un especie de conciencia comunal , spíritus mundi, sobre lo que sustenta la vida y lo que no, un tipo de conocimiento compartido o bien la misma chispa de sabiduría interna subracional que es capaz de discriminar entre lo saludable y lo no saludable y que puede distinguir entre lo verdadero y lo falso.
Con el test quinesiológico se puede testar todo tipo de información libros, películas, afirmaciones, discursos de políticos, etc, y determinar cuanta cantidad de verdad contienen. Imaginaos la repercusión que tendría en el mundo aplicar esta ciencia, si pudiéramos saber que afirmaciones son verdaderas o falsas. Esto cambiaría nuestras sociedades!.
Cuando vivimos una situación de conflicto en nuestras vidas, donde parece que nuestro integridad peligra de alguna manera, un programa de supervivencia activa la mente para buscar respuestas y encontrar una solución . Es verdad que nuestra mente es capaz de encontrar soluciones a muchos problemas utilizando la lógica y el conocimiento adquirido pero, también es bien sabido que podemos estar siendo engañado por ella y por nuestra percepción sobre las cosas. ¿Cómo vamos a discriminar o elegir lo que es mejor para nosotros si no sabemos lo que es?
En el caso de éste método EXIT, utilizaremos las respuestas corporales de verdadero y falso, para que el cuerpo nos guíe hacia la causa de cualquier desequilibrio, ya sea físico psíquico, emocional, energético o químico y también podamos aplicar las técnicas que tu cuerpo necesite para que encuentre el equilibrio y se transforme.
Yo te acompañaré facilitando la comunicación con la sabiduría de tu cuerpo.